Condenaron a 3 años de prisión en suspenso a un hombre por propagar coronavirus
Luis Ávila tenía síntomas y estuvo en diferentes asados y reuniones familiares en Santiago del Estero. Admitió su responsabilidad en un juicio abreviado.
Un hombre fue condenado a tres años de prisión en suspenso por generar una ola de contagios de coronavirus en Santiago del Estero. Pese a que tenía síntomas, Luis Gerardo Ávila, el “Paciente 41”, asistió a asados y reuniones familiares, rompiendo todos los protocolos de cuarentena hasta que él mismo tuvo que ser internado por haberse infectado.
“Propagación culposa"
Ávila, empleado municipal, fue condenado este jueves en un juicio abreviado al ser considerado culpable del delito de “propagación culposa de enfermedad peligrosa y contagiosa”, al infringir los artículos 203 y 205 del Código Penal y las disposiciones dictadas en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia.
“En la Argentina hay muy pocas condenas de este tipo. Es una de las primeras condenas firmes en el país”, indicó el fiscal Sebastián Robles en diálogo con TN.
La audiencia, que se llevó a cabo de manera virtual, finalizó con el acuerdo entre el fiscal Robles y la defensa de Ávila, a cargo de Francisco Palau y la aprobación de la jueza de Control y Garantías, Dra. María Pía Danielsen.
Según explicó el fiscal, “a pesar de tener síntomas y que un médico le recomendará hacer reposo, siguió haciendo su vida prácticamente normal”. Ávila atribuía su dolor de garganta y falta de aire con el asma y la alergia que sufre desde chico y suele padecer siempre en esta época del año.
“Tuvo contacto con su exmujer, con sus hijos, que también fueron contagiados”, indicó Robles.
Ávila participó así a un asado en la casa de un amigo junto a ocho personas más, luego a una reunión con ex compañeros de la escuela en un departamento y en numerosas ocasiones almorzó con su mamá. También participó a una reunión en la casa de su hija de 27 años para festejar los primeros tres meses de vida de su nieto junto a otros familiares.
El fiscal precisó que se hizo una investigación, con el mapeo de los contactos estrechos, y análisis del celular para corroborar que no había viajado fuera de la provincia.
Robles dijo que en un principio el caso tenía la figura de delito doloso, pero fue cambiado a culposo, porque si bien se comprobó que estuvo en diferentes reuniones, la enfermedad la propagó a sus contactos estrechos.
El caso de Ávila tuvo repercusión nacional en agosto cuando el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, apuntó a que en la provincia los contagios de coronavirus se producían por “personas que han hecho reuniones sociales”.
Zamora informó públicamente que 94 familias estaban aisladas por sus vínculos con el “paciente 41” , entre los que se contaban “dos médicos y dos gendarmes”.
El ahora condenado permanece internado desde el 3 de agosto en el Hospital Independencia de la capital santiagueña, donde cumplió su arresto preventivo.